Vuelta de la Retroactividad Espera Por Estudio de Impacto Económico

El Estado y las empresas privadas evalúan el costo que representará el regreso del anterior sistema de cálculo

A una semana de que se conmemore el Primero de Mayo, la nueva Ley Orgánica del Trabajo y en especial, la oferta de la retroactividad de las prestaciones sociales siguen como una promesa.
La Asamblea Nacional, si bien abrió un foro en su página web para recoger impresiones de los empleados, los sindicatos e incluso de los patronos, aún no recibe el informe sobre el impacto económico de la medida.
Orlando Castillo, diputado miembro de la Comisión de Desarrollo Social, declaró que el análisis está en manos de un grupo de técnicos adscritos al Ministerio de Finanzas y al Banco Central de Venezuela, en conjunto con la Oficina de Asesoría Económica y Financiera, perteneciente al Parlamento.

Los cálculos son un punto fundamental para la decisión de modificar el régimen prestacional, después de que en el año 1997 sufrió un vuelco total con la reforma de la legislación. El Estado, como el mayor empleador del país, evalúa los costos de regresar al viejo sistema, pero las empresas privadas no se quedan atrás y también encargaron su propia evaluación.

La sombra de la inflación Iván Acosta, director de la consultora en recursos humanos Add Solutions, explicó que el principal obstáculo que enfrentan los patronos privados es que hasta ahora desconocen con exactitud cuáles son los cambios que se proponen.

"El trabajo lo hicimos con unos borradores que han circulado del proyecto de ley donde se establece un sistema dual y allí es el trabajador quien escogería si se queda con el sistema actual o si prefiere la retroactividad, pero todavía no hay nada cierto".

La diferencia entre los dos sistemas radica en que con la retroactividad un trabajador, al abandonar una empresa, recibe sus prestaciones sociales calculadas con base en su último salario integral, mientras que con el sistema actual el cálculo se realiza año por año, de acuerdo con el salario que obtuvo en cada uno de ellos.

La percepción general es que con el método retroactivo se consigue ganarle la batalla a la inflación. Sin embargo, Armando Vieira, encargado de simular el comportamiento de los salarios con ambos modelos prestacionales, advirtió que eso no siempre es cierto.

"La retroactividad es una promesa. El hecho de que se tome en cuenta el último salario no garantiza que se va a recuperar la pérdida por inflación acumulada durante los años de servicio", sostiene Vieira La comparación de los beneficios que recibe un empleado con cada uno de los modelos, depende de una serie de factores difíciles de predecir. En principio, la magnitud de los aumentos salariales recibidos y el tiempo de servicio del trabajador son los dos elementos que más modifican la curva del dinero que se obtiene por las prestaciones sociales.

"Si tú duras en un trabajo un promedio de tres años, te conviene el esquema actual porque se te cancelan dos meses de salario, mientras que con el antiguo sistema se te pagarían sólo 30 días. Eso es el doble. En cambio, para las personas que mantienen relaciones laborales a muy largo plazo, la retroactividad les puede convenir" aclaró Vieira.

La antigüedad de la que tanto se dijo que había sido robada a los trabajadores cuando se modificó la Ley Orgánica del Trabajo en 1997, ciertamente, sí es un aspecto diferencial para sacarle mayor provecho a las prestaciones sociales.

Los empleados que sentirían su efecto son aquellos que presten servicio por períodos superiores a los 10 años a una misma compañía, aunque todo depende, en realidad, de que su sueldo escale significativamente con el paso del tiempo. Si los aumentos, por el contrario, son pocos y muy pequeños, los trabajadores con cualquiera de los modelos de prestaciones sociales obtendrán prácticamente el mismo monto.

Dinero para hoy Los detalles, a veces, hacen la diferencia y es por eso, que los consultores de Add Solutions también aclaran que los empleados ya aprendieron a sacarle provecho a las oportunidades que ofrece el actual modelo: la disponibilidad inmediata de hasta 75% de las prestaciones sociales y los intereses del fideicomiso que se obligó a crearle a cada trabajador con el cambio realizado hace 13 años.

"Las prestaciones, sin duda, son un estímulo para comprar bienes mayores, pero ahora también están para gastos corrientes. Si hacemos una encuesta de cuántas personas tienen considerada la disponibilidad de las prestaciones sociales como un ingreso más, te aseguro que alrededor de 80% de las familias lo hacen" aseguró Acosta.

Las prestaciones se utilizan para cancelar el seguro del carro, la inscripción en la universidad de los hijos o hasta para financiar un viaje familiar y de lo que se trata, de acuerdo con Acosta, es que no hay prestaciones sociales que venzan a la inflación.

"Todo el mundo sabe que con inflaciones altas, el dinero de hoy no tendrá el mismo poder adquisitivo en el futuro y por eso, podría ser más efectivo para los trabajadores que el Gobierno mantenga la inflación en un dígito, en vez de ofrecerles la retroactividad de las prestaciones sociales" concluyó Acosta.