Caracas, 22 Oct. Se estima que antes del 15 de diciembre de este año, la Asamblea Nacional (AN) apruebe la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT), instrumento jurídico que mantendrá 250 artículos de la antigua legislación e incluirá o reformará unos 500 nuevos. Visto de esa forma, puede decirse que se trata de un instrumento nuevo, producto de una modificación a nivel macro; no obstante, en términos legislativos se considera una reforma dirigida, a grandes rasgos, a reivindicar al trabajador desde una perspectiva ajustada a los nuevos tiempos de transformación social. El proceso se ha llevado a cabo en medio de un debate abierto y sin restricciones, en el que sectores sindicales, obreros, empresariales, patronales e incluso académicos han participado.
Conserjes, vigilantes, taxistas y trabajadores de la economía informal, entre otros tradicionalmente marginados por la estructura jurídica y legal de Venezuela en materia laboral, serán incluidos y beneficiados con los cambios en esta ley, ahora fortalecida y armada con capítulos especiales para cada uno de estos gremios.
El propósito del instrumento jurídico es asegurarle al trabajador estabilidad absoluta, razón por la cual aspectos como la tercerización, el contrato colectivo, las prestaciones sociales y el horario laboral, que en la actual ley obedecen al sistema capitalista, han sido redimensionados.
Estabilidad laboral La nueva legislación consagra que ningún trabajador puede ser despedido si no existe causa justa que la establezca la ley y sin un juicio previo tramitado ante el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo, por lo que el patrono no podrá decidir unilateralmente el despido del trabajador, sino que debe ser acordado en decisión procedimental.
Adicionalmente, se elimina el mecanismo de la indemnización por despido injustificado para contribuir a esta estabilidad laboral, y se establece la reducción del período de prueba a un mes y la eliminación absoluta de toda forma de tercerización laboral, mecanismo que sólo ha servido para vulnerar los derechos de los trabajadores.
Con la eliminación de la tercerización, los trabajadores gozarán de los mismos derechos laborales, contractuales y continuidad en el lugar donde se desempeñen, sin importar si se encuentran en condición de fijos o de contratados. La reformada LOT permitirá que las empresas privadas y el propio Estado, donde también existe esta figura, se sinceren con las necesidades reales de los trabajadores y no sean contratados por tiempos parciales o eventuales.
También con esta ley se prevé disminuir la frecuencia de elaboración de los decretos presidenciales en cuanto a inamovilidad laboral, y establecer una sola resolución que garantice definitivamente la estabilidad de los trabajadores venezolanos.
Suben las prestaciones, baja la jornada Parte de esta reforma dará cumplimiento tardío al mandato contenido en la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución de 1999, que estableció un plazo de un año para que la Asamblea Nacional reformara la Ley Orgánica del Trabajo, con el objeto de establecer un nuevo régimen para el derecho de prestaciones sociales.
Este nuevo sistema debe integrar el pago de forma proporcional al tiempo de servicio y calculado con base al último salario devengado, así como consagrar un lapso de prescripción de diez años para su debida reclamación, lo cual sin duda constituye una importante conquista para el sector laboral. Asimismo, se incorporan normas que regulan la jornada laboral y propenden a su disminución progresiva, para lo cual se estudia una reducción variable de acuerdo a las áreas de trabajo.
La dinámica laboral indica que no se puede igualar el funcionamiento de la administración pública con el de las empresas privadas en materia de horarios, por lo cual la medida no será de instrumentación inmediata sino paulatina y además deberá tomar en cuenta todas las características de cada sector. El instrumento determinará los lapsos de tiempo que deberán cumplirse para que entre en vigencia y se moverá en un rango flexible de aplicación según el caso. Por ejemplo, a aquellas empresas que se vean en la obligación de incorporar un nuevo horario, y por ende nuevos trabajadores, se les permitirá un tiempo para dicha adaptación. En líneas generales, la reducción de la jornada diurna se traducirá en un promedio de 40 horas semanales, mientras que no cambiará el turno vigente de la jornada nocturna, de 35 horas semanales.
Democratización de sindicatos
Entre las matrices distorsionadas que intentan generarse en torno a la reforma de la LOT, mucho se ha dicho acerca del peligro que corren los sindicatos laborales, sin argumento que sostenga tal observación. Fortalecer y democratizar estas asociaciones es lo que ciertamente se pretende, y en una suerte de efecto dominó se verán robustecidos los trabajadores que hacen vida dentro de estos movimientos, así como en la toma de decisiones en sus centros de actividad laboral.
Entre las disposiciones, está crear la figura de los consejos de fábrica -instancias superiores a los comités sindicales-, a quienes los sindicatos deberán reportar todas sus actividades. Asimismo, se modifica la protección de inamovilidad laboral para los promotores de estos consejos y para sus miembros en el ejercicio activo de sus funciones.
El sector deberá entonces redefinir sus intereses, asumir un compromiso mayor con las nuevas instituciones jurídico-laborales y adaptar sus organizaciones sindicales a los nuevos modelos, así como exigir al sector patronal, público o privado, el respeto y cumplimiento de sus derechos que como trabajadores la ley les reconoce y consagra.
Diseño socialista Diputados, analistas, estudiosos y conocedores de la materia jurídica coinciden en que la LOT actual obedece rigurosamente al capital, en correspondencia con un modelo que dista de los cambios que impulsa el Gobierno Nacional rumbo al socialismo. Que la nueva ley favorezca y obedezca a los trabajadores venezolanos es el planteamiento fundamental, y para ello se han estructurado modificaciones que incidirán notablemente en la regulación de las relaciones entre quienes laboran para otro mediante el pago de un salario, en un nuevo marco de distribución de riquezas mucho más equitativo.
La reforma a la Ley Orgánica del Trabajo debe responder al aparato productivo del país y a las necesidades de los venezolanos y las venezolanas, tomando como principales pilares la división del trabajo y las empresas de producción social. El fin supremo: imponer siempre la justicia social, que exige a los individuos todo cuanto sea necesario para el bien común, que reclame siempre una armoniosa combinación de la libertad individual y el bienestar social, y que el trabajador se constituya en el primer beneficiario del cumplimiento de la justicia social y el primero en respetarla.
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